¿Y lo qué construí?

Como los dueños de negocio sabrán, se experimenta un largo proceso desde que el emprendimiento surge (como una idea que se incuba, se hereda un pequeño negocio o un estilo de vida/hobby se convierte para aprovechar una oportunidad comercial) hasta que triunfa como una organización bien establecida, logrando cierto momentum, en el cual incluso se podría decir que la empresa tiene vida propia. Tal como el caso de un hijo, el verlo crecer, pasar por etapas difíciles y enfrentarse a la toma de decisiones con mayor responsabilidades es parte del camino, mismo en el cual lo acompañaste y formas pieza clave para que lo que construiste con esfuerzo no se pierda en distracciones que no aporten al core de tu modelo de negocio.

Si llegaste a un punto donde las ofertas de compra existen significa que algo estás haciendo bien y los interesados te conocen por el ruido que han hecho tus resultados. Sin embargo no por el simple hecho de que existan propuestas de compra significa que tengas que vender al primer o mejor postor. Decidir a quién vender no es una tarea fácil y menos tomando en cuenta que al hacerlo estás otorgándole el control a los nuevos dueños de ejecutar las estrategias que vayan de acuerdo a su filosofía de inversión.

Las personas son el órgano vital de cualquier empresa. Innumerables de investigaciones y casos de negocio confirman cómo la cultura de grupos es el principal driver de las compañías en términos operativos. Cuando existe es fácil identificarla en empresas prósperas y que fluyen de manera ordenada; cuando es escasa, no existe o es tóxica, se ve reflejada en los tempranos fracasos comerciales de proyectos que, a pesar de ser buenas oportunidades, no pueden despegar o caen demasiado rápido. En Buhox, somos conscientes de lo anterior y del valor potencial que tiene cada miembro de las empresas, por eso, el desarrollar el talento y cuidar de las personas que hicieron grande al negocio es nuestra prioridad, evitando la rotación (que financieramente resta en vez de sumar) al grado de formar parte de nuestra tesis de inversión.

Filosofía corporativa es el término recurrente de libro para hablar de la misión, visión y valores que le dan rumbo a los negocios y sirven de brújula para alcanzar sus objetivos. Nosotros consideramos que en este aspecto es de suma importancia no crecer a cualquier costo; hacer adquisiciones que no hacen match con la estrategia puede ser desastroso y una distracción innecesaria como se mencionó al inicio del artículo. Además, invertir para hacer la empresa resistente e integrar esta ideología como parte de la filosofía nos ayuda a blindar la empresa ante cualquier escenario.

Puedes estar tranquilo de que en Buhox parte nuestra filosofía interna y como cualidad de las empresas a adquirir, está el crear el mayor valor posible a todos los grupos de interés (clientes, proveedores, personas, ecosistema, etc.) para así impulsar a México y lograr tener un impacto superior en temas económicos para nuestro país. Tu patrimonio y lo que construiste estará en buenas manos.

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