Al vender, ¿qué puedo hacer con el capital?

Al tomar la decisión de vender una empresa se acepta consigo un abanico de oportunidades sobre cómo, donde y con quién asignar los activos generados como producto de tantos años de esfuerzo y dedicación. En un mundo que se mueve a ritmos acelerados y con la industria financiera evolucionando a pasos agigantados en temas de la democratización de inversiones es fácil sentirse abrumado con la decisión de elegir los activos y el momento correcto de dónde colocar el dinero que recibimos de la venta del negocio.

Seguramente haz escuchado de como el tener dinero estacionado en cuentas de banco o inversiones de baja rentabilidad hacen que el dinero pierda valor, o en el peor de los casos, que se gasta y se acaba el dinero en compras irracionales esfumándose como por arte de magia. Por estas y otras razones es común toparnos con la interrogante: Si vendiera la empresa, ¿qué hago con el capital?

A continuación presentamos puntos clave al momento de tomar esta importante decisión:

  1. Objetivo: Tal y como sucede en las empresas, el definir una visión y objetivos es clave para trazar el rumbo y tener una guía certera de hacia dónde queremos dirigir esfuerzos y no perdernos en el camino. En tu caso como dueño de negocio que acaba de vender vas a tener multiples intereses que pueden ir cambiando dependiendo de tu perfil. Algunas alternativas comunes son: destinar el capital directo a herencia para futuras generaciones, ahorrar y administrar el dinero para disfrutar tu retiro en paz, donarlo a una causa con la cual estés identificado y te gustaría apoyar, invertir en nuevos negocios, etc.

  2. Hacer un portafolio alineado: Sea cual sea tu decisión es importante entender que no son solamente peras o solamente manzanas. El costo de oportunidad y la exposición al riesgo que implica el quedarse con una sola alternativa de inversión es muy alta y puede tener resultados no deseados si la estrategia que elijas no va de acuerdo con los objetivos que nos planteamos y con nuestro perfil en cuanto a la comodidad o aversión al riesgo que tengamos. Además, contar con activos de alta liquidez es relevante en cualquier portafolio de inversión, los eventos inesperados pueden estar a la vuelta de la esquina y hay que estar preparados en caso de tener que enfrentarlos.

  3. Asesorarse: Ante las dudas y la incertidumbre el acercarse a profesionales en la materia te puede ayudar a sentirte acompañado en el proceso de elección de cómo colocar tus activos, sentirte con la tranquilidad de que el producto de tu trabajo está en buenas manos y con la certeza de que hay alguien con la experiencia necesaria para gestionar tu portafolio o, en caso de que no sea necesario en su totalidad, simplemente brindándote buenas recomendaciones.

Tener liquidez debe sentirse como una herramienta para bien que te da el poder de decisión, y no una carga de la cual tengas que sentirte preocupado.

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